martes, 2 de febrero de 2016

No sabía nada de YouTubers

No sabía nada de YouTubers hasta que vi un cartel de un evento que reuniría a los más famosos de habla hispana en Buenos Aires. Como la demanda de entradas fue demoledora, todos los medios empezaron a hablar de esta movida que ya se venía gestando hacía unos años, pero entre adolescentes. Nadie de mi edad conocía al “Rubius” (aparentemente el rockstar gallego de los videos). 

Investigué a los “headliners” de dicho show y me pareció todo muy pavo o muy gamer (not my thing). Los videos estaban en clave teenager, aunque algunos de sus autores ya están más cerca de los 30 que de los 20. Pero un día llegué a Casey Neistat. Sabía que era un realizador audiovisual neoyorkino que había pegado algún video viral y nada más.

Este es el más reciente (con más de 12 millones de reproducciones):



Entré a su canal cuando recién había comenzado a hacer “daily vlogs”. Sí, con V. Sería como un blog tradicional, pero en lugar de texto, son entradas de video en YouTube. Había decidido documentar todos los días de su vida, de lunes a lunes, para no colgar lo que tanto le gusta hacer: contar historias. Me pareció maravilloso. Fui hacia atrás, arranqué desde el vlog 01 y no pude parar. Todos los días me hago 10 minutos para verlo.


No sé nada de tecnicismos audiovisuales, simplemente me gusta cómo comparte su día a día con la audiencia (ya tiene más 2 millones de suscriptores): desde lo que hace o dice hasta la manera en que edita sus vlogs. Más allá de que lleva una vida medianamente interesante en una de las ciudades más fascinantes del mundo, es su punto de vista lo que atrapa. Esto lo pone de manifiesto en especial en sus videos de "preguntas y respuestas" o sus monólogos frente a la cámara basados en su propia experiencia. Es un tipo copado. Lo querés tener de amigo.

Gracias a apariciones en el canal de Neistat, es que llegué a otros dos daily vloggers. Uno de mis favoritos es Louis Cole (FunForLouis), que vive de lo que todos soñamos: viajar. Recorre el mundo y registra todo con sus múltiples cámaras. Sale a cruzar el Canal de la Mancha en un botecito, bucea, visita ciudades, hace safaris, emprende roadtrips... A veces en cuestión de días está en 3 países diferentes y sube videos a diario. Por eso su canal es súper prolífico. Su mirada puede resultar un poco hippie por momentos, pero su ojo suele captar secuencias muy lindas (en lugares increíbles).



Por otro lado, encontré a Ben Brown (MrBenBrown), un fotógrafo y realizador británico que vive en Ciudad del Cabo y también se la pasa viajando tras proyectos audiovisuales. Al tiempo que trabaja, comparte su vida en su canal. El pibe es simpático y el resultado de sus vlogs, ya sea cuando viaja o explora su ciudad, es muy monono.


Me había quedado en el YouTube de la gente que sube videos intrascendentes, pero actualmente existen miles de YouTubers que hacen mil cosas diferentes y de manera profesional. Después de surfear por muchos canales, me di cuenta que elijo a los que logran hacer estos "vlogs" tan atractivos desde donde se los mire. Y es el caso de estos tres tipos que, SÍ SEÑORES, viven de YouTube.

sábado, 6 de septiembre de 2014

De una vida, a otra vida


Gustavo Cerati (1959-2014)

Hoy duele tu cicatriz en mí.

Es difícil poner en palabras esta tristeza ajena y propia a la vez. Pero si hay algo que la música me enseñó es que acorta las distancias, une, fraterniza y sana.

Imprime momentos en nuestras mentes.

Tenía 11 años cuando agarré Canción Animal de entre los discos que mi viejo tenía arrumbados en un cajón y a partir de ahí no pude despegarme del sonido de Soda Stereo. No tenía Internet, sólo ese CD y mi discman.

Esa música fluyó a través de mi adolescencia “sin un fin más que fluir”. Finalmente, pude comprobar que habías calado profundo en más de una generación cuando los vi volver. No sé si puedo decir que lo había esperado tanto como otros, pero sabía que tenía que estar ahí. River vibraba, el pelado que tenía al lado estallaba de emoción con De Música Ligera y los pendejos como yo, de 18 o 19 años, cantaban conmovidos Zona de Promesas. Ante esa increíble demostración, supe que estaba no sólo ante la mejor banda del rock latinoamericano sino delante de un genio. Más temprano ese año, te había visto -desde lejísimos- juntar 200.000 personas y fue igual de memorable.

Consecuentemente, llegué -tímida- a tu música. Tal vez demasiado tarde. Pero gasté Amor Amarillo, Bocanada, Siempre es Hoy y Ahí Vamos. Ahora sí había dejado el discman y viajaba a la facultad con el MP3 cargado de tus canciones. Con la llegada de Fuerza Natural, ese otro experimento que sólo alguien que sabe reinventarse podía concebir, te fuimos a ver. Era la tercera vez que te escuchaba. Estabas verborrágico y tan lleno de ganas de tocar que prometiste que te ibas para volver a casa pronto y dar otro show. Me acuerdo lo que le dije a mi amiga al salir: “Cuando vuelva, volvemos”.

Y en realidad, nunca te fuiste. Todo fue la transición “de una vida a otra vida”. O eso es lo que queremos creer.

Ojalá desde ese otro plano percibas todo este amor, todo este reconocimiento, todos estos Gracias Totales. Porque nosotros no te soltamos más.

jueves, 12 de julio de 2012

Manhattan

Un time-lapse maravilloso. 

lunes, 28 de mayo de 2012

Una definición de periodismo

En la entrega de los Premios Martín Fierro, Reynaldo Sietecase -ganador por la terna labor periodística en radio- dio su definición de periodismo en un contexto actual que resulta, cuanto menos, pedregoso para ejercer la profesión. Y creo que no podría estar más de acuerdo con él.


martes, 15 de mayo de 2012

Al final hay recompensa



Desde la última vez que te vimos, no dejamos de esperarte, Gustavo. Tarda en llegar y al final, hay recompensa.

miércoles, 4 de enero de 2012

Dans le métro


Ah... el subte... Mi medio de transporte público predilecto.
Qué bella jungla en el subsuelo metropolitano... Los reiterados conflictos gremiales, las demoras injustificadas, las suspensiones de servicio inesperadas porque una vieja se desmaya en el andén, la asquerosa hora pico, los calorones y el olor a meo insoportable en la línea B o el hacinamiento en la estación Catedral de la D, los vagones vintage de la A que se sacuden como cajas de zapatos, los boleteros que alegan tendinitis y no cargan las tarjetas, los afiches sindicales que meten más miedo que la mafia china, las curvas violentas de la C, el que se hace el capo y no se agarra y pisotea los pies ajenos, los pungas siempre firmes junto a las damas desprevenidas, los vendedores ambulantes que encajan sus productos inútiles sobre los regazos, los mendigos con olor a chivo, el chiflado que nunca falta, los chiquitos que hacen malabares o cantan reggaeton a los gritos y piden aplausos a cambio de unas monedas, el que usa la estrategia de extender la mano también a cambio de unos centavos, el kioskero de Independencia que escucha reggae, los hermosos músicos que logran desatenderme de mis auriculares o lectura, los encantadores murales de los pasillos a los que nadie les presta atención, los extranjeros despreocupados que sólo conocen la D, los que reconocen las líneas sólo por los colores, los que le temen a las combinaciones, los que se ponen nerviosos al momento de elegir una salida, los que corren y los que no, los que están de paseo y los que van a trabajar, los que nos reconocemos las caras por viajar a la misma hora y los nuevos...


Foto: Martín Comamala

lunes, 2 de enero de 2012

New Year's resolution

Otro año y Pancitos sigue, a veces abandonado, a veces recuperado. Me niego a dejarlo ir.
Por un 2012 con más posts. Salud!