2011 Sketchbook Project Tour Seattle from mightymoss on Vimeo.
miércoles, 26 de octubre de 2011
The Sketchbook Project
viernes, 16 de septiembre de 2011
The Decemberists
jueves, 4 de agosto de 2011
miércoles, 27 de julio de 2011
No me ama
NO ME AMA (SHE DOESN'T LOVE ME) from santiago capulos on Vimeo.
sábado, 25 de junio de 2011
Alpargatas cool, efecto solidario
En 2006, un norteamericano viajero, Blake Mycoskie, vino a Argentina y (no me consta cómo) entabló amistad con chicos de nuestro país, descubriendo que no tenían calzado para proteger sus pies. Decidido a ayudar, creó TOMS, una compañía que por cada par de calzado que se compra le da un par nuevo a un chico necesitado. Su iniciativa se amplió y ahora también con TOMS Eyewear, por cada par de lentes que se adquiere, la empresa le da asistencia oftalmológica a quien lo necesite en países en vías de desarrollo.
La cuestión es que ahora TOMS hace alpargatas y gafas cool y la juventud estadounidense parece haber comprado esta iniciativa con gusto. Es paradójico que un movimiento que tiene sus raíces en las diferentes situaciones de necesidad haya impuesto una moda, ¿no? Bienvenido sea.
miércoles, 8 de junio de 2011
7 de junio: Día del Periodista
sábado, 21 de mayo de 2011
Instantánea de Jack Johnson
El recital de Jack Johnson, en el marco del Quilmes Rock, cumplió a rajatabla con todas las peculiares características que se repiten cada vez que nos une en multitud un músico o banda.
Aún después de que la marca de cerveza parodiara en sus publicidades las ridiculeces que hacemos cuando vamos a algún show, la gente parece mantener las costumbres.
La más común fue la de las coordenadas absurdas por teléfono para que el amigo que llegó tarde ubique al grupete. A la torre de sonido -que es la única referencia fija- se le otorgaron variados nombres: “mangrullo”, “andamio”, “coso”, “donde están los camarógrafos” e infinitos etcéteras. Ya se sabe que las chances de ubicar a alguien son 2 en 40 millones, sin embargo, se sigue apelando al inútil “estoy levantando el celular”.
Por otro lado, estuvieron esas personas que creen más importante captar con la camarita y/o celular lo que ocurre en el escenario que, de hecho, estar apreciando el show. Se les cansa el brazo, pero lo mantienen alzado hasta las últimas consecuencias, chequeando de tanto en tanto a través de la pantallita que esté todo en orden. Ahora bien, no importa haber pagado un dineral por estar ahí, sólo es importante que salga bien el videíto con sonido saturado que va a terminar subido a YouTube junto con miles de videos chotos más… Es más comprensible si se está a una distancia envidiable de la estrella, pero si estamos a varios metros, dudosamente el resultado de esa grabación valdrá la pena.
Los que no faltaron son los que por primera vez van a un recital “de parados” y se quejan de que no ven nada y también rezongan cuando alguno se ubica adelante. Jack Johnson convocó a un montón de estos novatos o parejas cuyo prontuario recitalero se limita al Luna Park. Digamos que su música amerita más un recital de esas características -más íntimas- que un festival rockero. A la fuerza, tuvieron que conocer la ley de la selva, que establece que si encontraste un hueco copado, te quedás hasta que la masa te lo permite. La gente va rotando y te tenés que almodar, codear o empujar; putear a cada uno no es una opción.
También dijo presente la minita sacada/calentona que se sabe todos los temas y los canta en un agudo importante que llega a tapar los decibeles del sonido. Es la misma que en la adolescencia fue a ver a los Backstreet Boys y no pudo deshacerse de los vicios. Es importante saber que están en todos los recitales y creen que cuanto más fuerte gritan, más le calientan la pava al que está arriba del escenario. También es inútil tratar de callarla.
Finalmente, ya no quedan dudas de que el público argentino es de los más aduladores. No importa qué haga el músico, de hecho Jack se equivocó de verso en alguna ocasión y arrancó con los acordes pifiados en otra, pero bastó que se disculpara diciendo que hace tiempo no se sube a un escenario para que todos lo aplaudieran como si fuera la última vez.
jueves, 5 de mayo de 2011
The New York Times, al cine
Se viene el documental de The New York Times, "Page one: inside The New York Times", dirigido por Andrew Rossi, con fecha de estreno el 24 de junio en Estados Unidos. Esperemos que llegue, al menos, a algunas salas porteñas.
Vía: @fernandezpm
lunes, 21 de febrero de 2011
No te soltamos
Y te recostas en ese sueño entre la vida y la muerte solo porque no te querés despegar de este mundo, o tal vez porque nosotros te agarramos fuerte la mano para no dejarte ir.
Es mezquino querer retenerte pero es doloroso pensar en que te vas. Si te dejamos partir ahora si decidis parar la lucha, se va a sentir un vacio que sabe a dolor en el corazón. Por eso nos aferramos a vos, a la imagen viva y resplandeciente de lo que fuiste, y de lo que no sabemos si vas a volver a ser. Es justamente por eso que los que creen rezan y los que no hacen fuerza para ganarle al la lógica y el esceptismo, todos deseperados por creer que todavía es posible verte despierto. Intentamos vencer, en nuestro pensamiento, a esa muerte que pretende ganarnos en la pulseada o, mejor dicho, ganártela a vos.
Es raro personificar a la vida y la muerte, cuando hablamos de un duelo que venimos transitando hace 9 meses. Porque en mayo perdimos parte de lo eras, pero sabemos que todavía hay una chance más. Siempre esperamos escuchar esa noticia que nos devuelva la sonrisa, esa seguridad de saber que estás bien; que estás acá, en cuerpo y mente. Y hay días en que lo que nos informan hace crecer las esperanzas y otros en los que de un golpe la realidad nos prepara para lo inevitable.
Gustavo, somos todos: los que te conocemos desde la muchedumbre de un estadio, o la soledad de un cuarto lleno de música, o desde tus palabras escritas en un papel, o tu imagen pixelada en una pantalla, los pocos que te pudieron saludar, los que te robaron una sonrisa para la foto, esos colegas que te admiran, esos que también fueron amados por vos. Somos muchas manos que no te sueltan, muchos corazones heridos. Somos tantos que todavía creemos que un día te vamos a ver volver.
No nos sueltes más Gus, que todavía queda tanto por decir...