miércoles, 30 de julio de 2008

No hay bondis, no hay

La inseguridad que se vive parece prácticamente incontrolable. Nadie está exento, pero hay algunos que están más expuestos que otros. El caso del colectivero de la línea 96 asesinado el jueves en González Catán es una arista más de esta realidad social, teñida de violencia.
Es entendible que los trabajadores del gremio paren en señal de protesta -los argentinos ya estamos bien curtidos en este asunto de los paros- porque todos se merecen trabajar en condiciones dignas y sin correr ningún tipo de riesgo... pero realmente se espera que la solución llegue cuanto antes. Lamentablemente, no es cuestión de poner más policías, son políticas sociales de fondo las que hay que implementar. Y eso ya es una utopía para los tiempos que corren.
Al final, siempre sale perdiendo la clase trabajadora: sin servicio nocturno de colectivos más de uno se funde a la hora de volver del trabajo a casa si tiene que tomar diariamente un taxi cuya bajada está $3.80. Además, más de un humilde grupo adolescente sin auto y sin demasiado cash se queda sin noches de fin de semana! ¡Piedad!

jueves, 24 de julio de 2008

LA risa


Es la tercera vez que me pasa que voy al cine y varias personas a mi alrededor se retuercen de la risa y a mí no me parece para nada graciosa la escena por la cual se rieron. A veces me hacen pensar que soy una ortiva, pero después lo analizo bien y me doy cuenta que realmente NO era para tanta carcajada.
Me pasó con la película de Los Simpsons -que me pareció una cagada-. Casi toda
la sala se moría de risa con las estupideces de Homero, pero en mi opinión estaba tan pelotudizado en el film que ya me daba más pena que gracia. La segunda fue con Sweeney Todd... vamos, Johnny Depp puede ser muy hilarante pero en ese papel sangriento y sombrío no era para cagarse literalmente de risa. Y finalmente ayer, con Batman. El Guasón -interpretado por el difunto Heath Ledger- no voy a negar que era ocurrente y sí, se roba la película... pero los nerds fanáticos del superhéroe que tenía al lado no paraban de reírse de cualquier cosa que hacía o decía el villano. Supongo que nunca lo habrán visto a Capusotto haciendo de Juan Carlos Pelotudo o Pomelo.

viernes, 18 de julio de 2008

Fiebre Negra


En la última semana devoré Fiebre Negra de Miguel Rosenzvit. Es una novela que, a partir del romance de un negro y su ama, relata las que pasaban los esclavos en la Buenos Aires de 1800. Según datos oficiales, la población negra superaba el 30 por ciento en la ciudad... Sin embargo, curiosamente, en la actualidad no quedan casi vestigios de esa gente. No se sabe si se murieron en la guerra, si se mezclaron con los criollos, si las pestes los fulminaron o si desaparecieron (o los hicieron desaparecer en el afán de "purificar la patria", como sostienen muchos). Intercalando la acción en la época de la colonia con la historia de una joven antropóloga en el 2008, Rosenvitz trata de vislumbrar qué fue lo que pasó, contando también lo desconocido -y brutal- de la fiebre amarilla en febrero de 1871.
Personalmente, el destino de los esclavos de aquellos tiempos me parece un tema apasionante y quizá de la novela esperaba un poco más de datos concretos, pero tampoco quedé insatisfecha ya que está muy bien resuelta y no deja cabos sueltos. Es de ágil lectura y muy atrapante. Recomendada.

martes, 15 de julio de 2008

Dos muestras gratuitas

19º Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino 2007

El 2007 estuvo cargado de acontecimientos relevantes. Argentina fue escenario de sucesos trágicos, de campañas políticas, de elecciones, de catástrofes naturales y de múltiples protestas. Y siempre que ocurrió algo, allí estuvo algún fotógrafo para perpetuar ese momento con su lente.
Por eso, la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) organizó la 19º Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino que, como todos los años, completa un recorrido visual del año anterior. La exposición gratuita está hasta el 27 de julio en el Palais de Glace y posee 400 imágenes reunidas en diferentes ejes temáticos.
Entre tantas otras, están las instantáneas de Cristina Kirchner cuando emite su voto en las elecciones presidenciales, Mauricio Macri cuando gana la jefatura de gobierno y Julio Bocca dando su último show. Pero no sólo están aquellas imágenes que fueron noticia, la exhibición es también una revelación de la realidad e idiosincrasia del país.


Picasso en Buenos Aires

“En Vallauris estableció amistad con un peluquero español llamado Arias, y sintió que se podía confiar en este hombre. (…) Arias se convirtió en el otro yo de Pablo. En presencia de su paisano perdía todo el temor”. Así definió Françoise Gilot, la segunda mujer de Pablo Picasso, la íntima relación de amistad entre el pintor malagueño y su fiel barbero, Eugenio Arias.
Y con esa cita, el Museo Picasso de Buitrago introduce la Colección Arias que reúne dibujos, obras gráficas, cerámicas, carteles y libros que el artista regaló y dedicó a su amigo, quien cedió todo en 1982 para responder a su deseo de crear un museo monográfico en su pueblo natal.
Ahora, en el marco de un intercambio entre el gobierno de la Ciudad y la Consejería madrileña, la Casa de la Cultura de Buenos Aires -en Avenida de Mayo 575- alberga hasta el 27 de julio parte de esa colección para que todos los porteños puedan disfrutar en forma gratuita de la genialidad del polifacético Pablo Picasso.

miércoles, 9 de julio de 2008

Cristina, la 13


Dios mío, como si todo lo que pasa en el país no fuera suficiente, a la Presidenta la persiguen las tragedias y cada vez que hace un acto se le muere un militante.
Primero, el chico de Tucumán al que se le cayó un farol de la Plaza de Mayo en la cabeza mientras esperaba que comenzara el acto kirchenrista del 18 de junio. Y hoy, antes de la ceremonia oficial por el Día de la Independecia en Tucumán también -vaya paradoja- se desmoronó una tribuna y murió otro hombre.
Yeta?

jueves, 3 de julio de 2008

Nota color


El “circongreso” de las retenciones
El conflicto entre el agro y el gobierno traspasó los límites del Congreso y la plaza se transformó en un atractivo urbano.

Cualquiera que pase por la Plaza de los Dos Congresos puede pensar que lo hay allí es una especie de feria instalada con motivo de las próximas vacaciones de invierno. Es que entre los juegos infantiles que están siempre en el lugar se apostaron unas coloridas carpas que, en realidad, nada tienen que ver con la niñez.
Brian delata el contexto. Él tiene 7 años y está dando vueltas por la plaza con un chaleco del MIJD (Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados) que proclama “Estoy con el campo” y, mientras tanto, reparte panfletos del movimiento piquetero que, no por voluntad propia, representa.
El escenario tiene un tinte político importante que Camila y Mauro, llevados por sus padres como si se tratara de una atracción más de la ciudad, no entienden. Ellos miran con ingenuidad los muñecos inflables, las banderas de colores estridentes y se divierten mientras hacen que bailan con una zamba que suena.
Elsa también está con sus nietos que se sacan fotos con Alfredito, un toro inflable gigante. Vinieron de Corrientes especialmente a visitar y a apoyar a la gente del campo y se encontraron con un ambiente casi festivo, en donde hay rondas de mates y se reparten tortas fritas. No hay tensión alguna ni mucho menos, todo lo contrario.
Sin embargo, de trasfondo está el conflicto desatado entre el gobierno y el sector agropecuario hace más de 100 días por el aumento de las retenciones a la soja. Como la discusión llegó al Congreso, los militantes kirchneristas se instalaron en señal de vigilia. Los ruralistas, hicieron lo mismo y se mantuvieron allí hasta el martes, cuando decidieron levantar el campamento.
Lo cierto es que las marionetas enormes con formas de animales, que representan un sector y el otro, los colores y la música atraen a chicos y curiosos que se acercan a observar una plaza que cambió radicalmente su paisaje y, además, ya parece un estudio de televisión al aire libre.
Nota color por María Sol Romero para Política Nacional
Foto por Agus Ordoqui