lunes, 13 de julio de 2009

El call center, como escudo

Del otro lado de la línea, un pibe/a al que le pagan como mucho 1200 pesos por atender los llamados de los clientes de Fibertel, inclusive un sábado o un domingo a la tarde, cuando podría estar tomando unos mates o unas frescas con amigos.
No le interesa en lo más mínimo el problema que estás teniendo con tu fucking conexión a Internet, por la cual pagás más de $200 por mes, pero este working class hero tiene que buscar una solución. Entonces, eleva el decimocuarto pedido de servicio técnico (en menos de una semana) y te dice que se van a comunicar. Vos ya sabés que van a venir cuando se les cante, porque ya lo hicieron, y se lo decís. El telemarketer apela al infaltable recurso del chamuyo para ver si te convence de que esta vez sí van a aparecer.
Obviamente no funciona, ya estás curtido en esto. Le pedís que te pase con un supervisor, encargado, gerente o lo que haya. Te comunica y vos te sentís el más pulenta porque el pobre pibe sucumbió ante tus bramidos y ahora alguien que representa a la empresa te va a escuchar (me va a escuchar… ¡me va a escuchar!)
Qué ingenuo sos… Resulta ser que el que te atiende no es más que otro ex teleoperador que aguantó un par de meses más que el anterior y lo promovieron a supervisor, por lo cual te dice exactamente lo mismo que el anterior pero quizá con oraciones más elaboradas y no tan cassetteadas.
Entonces, te encontrás en este círculo vicioso en el cual la empresa nunca da la cara, siempre son los obreros de la telefonía, que vos sabés que no tienen la culpa de que el servicio sea una porquería pero no podés evitar elevar la voz y enojarte con ellos.
Te indigna que todo quede entre la working class y te lamentás pensando que tu próximo trabajo es muy probable que sea ese, el de escuchar gente como vos puteando.

Ah, sí, perdonen lo autorreferencial

4 comentarios:

Lucas dijo...

Te perdonamos...
Que difícil debe ser ese laburo. Aguantarte el enojo de otros! Yo los mandaría a la mierda a todos.
Saludos!

Flor Di Niro dijo...

pobres los telemarketers... hoy te conte que probablemente mientras uno los insulta en todos los idiomas, el telemarketer hace como hacen mis compañeros y a veces yo tmb, te pone en mute y se rie de como te enojas.. Una linda forma de descargarse despues de horas bancandose objeciones e insultos.. ajjajaa

Cat dijo...

uhhh, telemarketers. Se ganan un lugar especial en el cielo. Y fibertel es una reverenda cagada.. es la culpa del maldito oligopolio Clarin! je

Diseño y Planificación Comunicacional dijo...

Adhiero!