martes, 30 de septiembre de 2008

Hoy no tomo

A mediados de este mes un fatal accidente en la autopista Panamericana, que se cobró la vida de tres jóvenes de 17 años, sacudió a la comunidad del tradicional colegio Newman, en San Isidro. La tragedia fue en la madrugada del domingo 14, cuando se dirigían a una fiesta y, si bien no trascendió que estaban alcoholizados, iban a gran velocidad. Este tipo de accidentes son una constante entre los adolescentes que manejan, por eso, se está proponiendo en la noche joven la figura del conductor asignado.

Desde el año 2006, en varios países de Europa se desarrolla el programa “Conductor Alternativo”, que consiste en elegir a un miembro del grupo de amigos para que no beba y se encargue de la conducción más tarde. En Argentina, este proyecto fue introducido en diciembre del año pasado por el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI) para evitar accidentes durante los festejos de las fiestas. Ahora, algunos bares y boliches del país se suman a la iniciativa.

“Cuando entra un grupo de chicos dicen quién va a manejar después, a esa persona no se le cobra la entrada y se le da una pulsera que lo habilita a tomar gaseosa toda la noche gratis. Además, se le regala una remera que dice ‘hoy no tomo, soy conductor asignado’ y cuando se va del local se le hace un control de alcoholemia para controlar que haya cumplido y se le regala un lata de energizante”, cuenta Pablo Percivaldi, encargado de La Colmena, un bar de Pilar.

Según el CESVI, las consecuencias que se manifiestan al ingerir alcohol son excitación emocional, disminución de la capacidad de juicio, reacciones tardías, alteración de los reflejos y movimientos torpes, que en relación con la conducción pueden ser fatales. Por eso, alientan la alternativa segura que representa el conductor asignado ya que el nivel de conciencia de los conductores argentinos es escaso y eso se revela en la cantidad de accidentes que hay, sobre todo, en las madrugadas de los fines de semana.

En la provincia de Mendoza también se sumaron a la causa, que tiene un común denominador: evitar accidentes. “Como ocurrieron muchos accidentes en la zona queríamos empezar a concientizar a la gente para que sepan que se vienen a divertir y que no está bueno que la noche termine en tragedia. Hasta ahora dio resultado, es nuestra forma de aportar a la seguridad vial”, concluye Percivaldi.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Caí

Sí señores, tanto que hablé de Starbucks y el coffee to go, finalmente me volví una auténtica cerda capitalista y probé el frapuccino mocca blanco (o algo así). El más grande que había, acompañado de un muffin gigante y no tuve que hacer tanta cola como esperaba. Fue rápido e indoloro.
El modus operandi de la tienda es bastante particular porque mirás la carta y te toman el pedido mientras hacés la cola. En ese contexto se dió el siguiente diálogo con una señora paqueta enfundada en un pobre zorrito muerto...
Señora: "¿Acá no es que te sentás y te sirven, no? Primero tenés que pedir y después ver si tenés lugar"

Yo: "Claro, es el McDonald's del café"

Señora: "¿Y qué hago si no consigo mesa?"

Yo: "Agarra el vasito y se va a esperar a que se desocupe alguna"

Señora: "Ah, tengo que esperar con la tacita y el platito, qué incómodo"

Yo: "No, para eso tienen tapa, son vasos de telgopor, como para llevar"

(Silencio, le agarra el brazo a su amiga, dan media vuelta y se van)
Tras esta situación, confirmé lo que escribí anteriormente, al argentino le va mejor el café de barrio. Además, no sale una fortuna. ¡Fue la merienda más cara de mi vida!

lunes, 8 de septiembre de 2008

Crónica para el final atolondrado del BAFIM


Si bien era una tarde de domingo gris y fresca, Recoleta se pobló de jóvenes y familias. Hasta aquí, todo normal. Pero esta vez había una excusa más para visitar el paquete barrio porteño: el Buenos Aires Feria Internacional de la Música (BAFIM), que desde el jueves 4 de septiembre y hasta el domingo 7 integró a los más diversos géneros musicales en un solo lugar, el Centro Municipal de Exposiciones.

El jueves arrancó a toda música con Soledad Pastorutti, Emmanuel Horvilleur y Sponsors, la nueva banda de Joaquín Levinton (ex Turf) y el viernes fue el momento del rock nacional, con la presencia de Fito Paéz y Fabiana Cantilo. El anteúltimo día combinó la música alternativa de Dante y El Choque Urbano con bandas brasileras, que los presentes pudieron disfrutar tras recorrer los stands que componían la feria.

La última era la fecha reggae, que reunía sobre el final del fin de semana a Riddim, Fidel y Nonpalidece, entre otras bandas. Para las 7 de la tarde estaba anunciado el primer show, a cargo de Riddim, y desde horas atrás, la cola para entrar ya era extensa. El show empezó y la fila de gente daba vuelta la Facultad de Derecho, muchos se quedaron con las ganas y escucharon desde afuera el sonido jamaiquino de esta banda con 9 años en la escena local.

El lugar estaba colmado y se acercaba el momento de Fidel, cuyo frontman es Fidel Nadal, ex líder de la emblemática agrupación de los 80, Todos Tus Muertos. La gente se comenzaba a impacientar y cuando puntualmente se escuchó la voz de Nadal, se cerraron las puertas porque ya no cabía un alfiler en el predio. Fue en ese momento que todos intentaron entrar de cualquier forma. Los de adelante saltaban el enrejado que cerca el Centro de Exposiciones y los de más atrás hicieron un hueco en una reja que ya estaba rota. Poco pudo hacer el personal de prevención.

“La situación nos sobrepasó, nosotros no podíamos hacer nada, entonces nos autorizaron a abrir las puertas para que no se descontrole más”, comentó un guardia de seguridad. Cuando se dio pase libre, la puerta que comunicaba el Escenario Sur con el exterior se transformó en una especie de embudo por el que todos querían pasar para no perderse el show. Enseguida intervino la infantería que controló el acceso.

“Tenía mi entrada en la mano y se desbordó todo, me quedé afuera y no me dejaban pasar, cuando en realidad en el lugar había más gente que la que debería haber”, dijo un joven. Con la herida de Cromañón todavía abierta, hechos como éste denotan aún cierta imprudencia en la organización de eventos, como el BAFIM, que reúnen bandas con numerosos seguidores.